lunes, 4 de abril de 2016

Impresiones VI Regional Liga de Levante

Es ya una tradición que el lunes después de un torneo venga el tío Paco con las rebajas servidor con otra entrada comentándolo. Para no faltar a la tradición, aunque siempre diga que la tradición es la personalidad de los idiotas, aquí viene una nueva entrada. Digamos que lo hago por superstición, cosa que avanzo ya del contenido del último torneo. Sorpresa, sorpresa.

Llegamos a la penúltima jornada de la Liga de Levante prácticamente sin aspiraciones de medalla, si no me equivoco y vistos los últimos resultados de Ciponejos y Garres, con lo cual ya es más por orgullo y por llegar lo más alto posible que por cualquier otra cosa, pero hay que estar. También llevábamos un equipo raro, sin ninguno de nuestros escoltas (José y Sam), pero con los hermanos trabuco nuevamente al pie del cañón cuando se les necesita. En este momento quizá debería comentar el hecho de que Midnight B se ha cambiado el nombre y, se supone, ya no es Midnight B. Ahora se llaman “Cirkus Creed”, aunque cariñosamente nosotros les llamemos “Apollo Creed”. ¿Las razones? Existía cierto sector del equipo que no veía posibilidades de jugar en el A a corto o medio plazo y pensaron que era mejor volar libres. Por nuestra parte no hay mayores objeciones, más allá de las bromas y el siberbulin típico de Santa Pola. Seguimos entrenando juntos, si necesitan ayuda saben que la tienen y si nosotros necesitamos jugadores, seguro que todos estarán encantados de jugar con Midnight algún torneillo. Para muestra, un botón.

Para añadirle rareza a nuestra situación, la leyenda de las manos de mantequilla, es decir, un servidor, estaba medio cojo por un mal restregón con el suelo durante el Regional Falleropascuerovalenciano. Más que la herida en si, el problema era (y es) el dolor de tenerla infectada, que llevaba haciéndome cojear toda la semana, así que no me veía del todo bien para jugar partidos. En cualquier caso, como tenemos a Víctor Hugo putoamo, pues no pasa nada.

Empezamos enfrentándonos a Dovahkinn (o algo así), un equipo de novatos de Alicante, si no me equivoco. Por lo que vi, parecen tener buena pinta, sólo por la forma física de la mayoría de jugadores. Digan lo que digan, es muy importante. Esperemos que le den un empujoncito al Jugger alicantino, aprovechando la vuelta de Desertores. Partido de trámite del que no recuerdo ni el resultado y a esperar al rival fuerte.

Ese rival fuerte resultó ser Magnethopollos, que nos ganó en un partido reñido y con algo de tensión al final, como acostumbran a ser todos esos partidos últimamente. Al menos por mi parte, es una rivalidad sana y, haciendo una honrosa excepción a mi regla general, lo que sucede en el campo, se queda en el campo. Hugo, pinchas.

El tercer rival fue Team Hunter, que pagó el pato de nuestra derrota con Pollos inmediatamente anterior. Lo comentamos después del partido, ya que alguno de nosotros se sintió algo mal por haber ganado tan contundentemente a un equipo con el que nos llevamos bien. Pero la verdad, recordando los tiempos en los que los equipos TOP nos apalizaban, prefiero que me metan un 15-1 jugando a tope que perder igualmente con el equipo contrario haciendo el monguer. Una cuestión de orgullo, supongo. En cualquier caso, en ese momento parece que hubo un error con el sistema suizo no fue un error con el sistema, el error es el sistema suizo en sí, que hizo que nos enfrentásemos a los rivales que le habrían correspondido a Team Hunter en lugar de los nuestros.

Eso hizo que nuestros siguientes rivales fuesen Hidras y Desertores. Hidras venía con Regol, así que nos puso las cosas más complicadas de lo esperado y Desertores, sin querer jugar los muy cabrones también nos lo pusieron complicado. Al final, por la inyustisia del suizo (que sí, que me quejo también cuando me favorece), pasamos a semifinales contra Ciponejos.

Lo de Midnight y las semifinales tiene pinta de ser ya maldición. No hay manera de que nos salga un partido bueno, eh. También Ciponejos se nos da muy mal históricamente y el partido tuvo una carga de tensión añadida. No añadiré nada más, salvo lanzar al aire la propuesta siguiente: que las faltas graves acumuladas influyan en la puntuación final. No puede ser que estés arbitrando una final de un torneo condicionado porque uno de los dos equipos esté a una grave de ser eliminado. Quizá alguien con un poquito menos de sentido de la justicia que yo podría haberse inventado alguna falta o haber percibido con mayor seguridad algún golpe y haber hecho perder una final a un equipo que podría haberla ganado perfectamente.

El tercer y cuarto puesto fue contra Sons of Garres, otro partido de alta tensión con calambrazos y chispas, para variar. Igualadísimo hasta el final, llegamos al empate a falta de unas ocho piedras. En ese momento entra en juego la superstición de la que os he hablado al principio de la parrafada. Quedan ocho piedras de partido, empate, prácticamente es un jugg de oro, salimos con uno menos por la expulsión de Yisus, de la que hablaré después. Justo antes de que pregunte la salida el árbitro, a mi me da un chispazo la cabeza y algo me dice “tienes que salir tú este punto”. Habiendo jugado tres puntos en todo el torneo, le dije a Hugo que me dejara salir y salimos. No se si fue la seguridad del momento, la potra o vete tú a saber qué, pero ganamos la línea. Quise acercarme a coger el jugg, pero no me fiaba de que se levantase uno de los Garres y me matara. Viendo que teníamos el campo controlado y que el punto era casi seguro, me pareció mejor idea esperar tres piedras, asegurar dos pineos y tener el jugg de oro marcado. Al final, terceros y para casa con la sensación de que el juego desplegado no se ha correspondido con el resultado, pero Jugger is Jugger.

En cuanto al tema de la expulsión de Yisus (y también su grave contra Ciponejos), tengo que decir que ambas son justas, que ojalá todos los árbitros pitasen así y que los trabuco no pueden negar que son Midnights hasta la médula. Seguimos teniendo pendiente no perder la cabeza en esos momentos, aunque el que la pierde casi siempre es diferente cada vez. Al final aprenderemos. Será que venimos todos de familias desestructuradas.

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