lunes, 2 de octubre de 2017

De tanganas y mamadores

Nota pre post: No compartiré esta entrada en Jugger España y no es voluntad mía que se comparta por parte de nadie. Lo que estoy escribiendo pertenece a mi ámbito personal y será publicado en mis RRSS, todas ellas privadas. No lo digo por que no quiera que alguien lo lea, lo digo para evitar ser destruido por mi propia creación maldito CDD opresor.

Pues aquí estamos de nuevo, cada vez con menos ganas de hacerlo, pero con la misma necesidad mental de plasmarlo por escrito, más que nada para evitarme tumores cerebrales por pensar demasiado. Podríamos decir que utilizo esto a modo de pensadero en el que vacío mi cabeza de ciertas experiencias que ocupan demasiado espacio en ella. 

En este caso particular tengo la sensación de que hay demasiadas cosas en mi cabeza relativas al torneo. Es una sensación que me ha acompañado desde que se iniciaron los preparativos hasta que me he sentado a escribir esto. Algún organizador ha comentado hoy que había algo turbio con este torneo y no alcanzábamos a descubrir qué era con exactitud. Yo tengo la misma sensación, no se qué ha pasado, no se qué ha ido mal, pero no me ha gustado nada de nada.

El viaje, la verdad es que fue normalillo. Al principio más o menos divertido, pero al final ya se hace pesado tanto autobús. Nada como un buen coche de la muerte en el que poder gritar y decir todas las cafradas que se nos ocurran sin que se ofenda nadie molestar a nadie. Recomiendo en este momento que escuchéis al cómico Quequé hablar acerca de los gilipollitas. Hay coMMedia ahí, está feo...

La jornada del sábado fue, para nosotros, casi perfecta en lo relativo al juego. Nos encontramos muy cómodos en todo momento, con algunos jugadores a un nivel brutal (Sam puto enano traidor). A pesar de eso, nuestra paciencia fue puesta a prueba en varias ocasiones, aunque diría que pasamos el examen con un notable. Ganamos a Vigo Ruins, Overkill, CJ, Juggermeister, Verracos y Valkyr y sólo cedimos un empate contra Almoradí. Me gustaría remarcar que me siento especialmente orgulloso de mis intervenciones en el partido de Ruins y CJ como capitán y en el de Verracos como jugador. Con los dos primeros, me alegro de haberme dado cuenta a tiempo de lo que necesitaba el partido y de haber acertado. Con Verracos, creo que tuve una jugada que cambió el partido y lo decantó a nuestro favor de forma inesperada. Todo correcto.

Con este buen resultado, sólo quedaba rezar por no cruzarnos con los alemanes y que se liase esperar un rival más o menos fácil y una rama cómoda para llegar lo más lejos posible. Nos tocó Juggerheister, que predijeron el cruce la noche antes. Ganamos con mucha autoridad y quedamos esperando a ver si se cumplían mis temores de este torneo. Esos temores que tengo desde que fui a Alemania con Pollos el año pasado. Ese pensamiento que cruzó mi mente en mitad del partido contra GAG, cuando vi a Luchi (y a mi mismo en algún momento) perder los nervios ante el espectáculo más deplorable que he visto en todo lo que llevo, no en este deporte, sino en todos los deportes que he practicado. Lo de los alemanes ni es deporte ni es nada, juegan a otra cosa. Una especie de competición de, como decimos aquí, a vore qui la fa més grossa. Se les llena la boca hablando del espíritu del Jugger y lo que se puede ver es totalmente lo opuesto de lo que defienden tan acérrimamente. 

Si me preguntáis qué fue lo que se me pasó por la cabeza, os lo digo rápido. Literalmente, fue: "si me llego a traer al resto de locos aquí, nos llevan presos". Mantuve ese pensamiento antes de cada sorteo, rezando en mi interior por evitar un cruce contra alemanes, especialmente contra los que nos tocaron, porque ya los conozco lo suficiente como para saber cómo iba a ser el partido. Mis temores se confirmaron al presenciar parte de la cochinada que le hicieron a Almoradí y sólo quedaba rezar por que aquello pasase lo más rápido posible.

Tal y como esperábamos, el partido fue asqueroso. No diría que fue del nivel de Pollos en Alemania, porque aquello me pareció insuperable, pero presencié ciertas actitudes que me parecieron dignas de la reacción que tuve (y tuvimos todos) en aquel momento. A modo de ejemplo, soltar el arma justo al enredarse el kette para dificultar que destrabe y dar tiempo a su corredor a marcar y luego irse riendo por lo que acababa de hacer (te vi, querido, te vi hacerlo, vi cómo te volvías a tu base riéndote de nosotros). También pude disfrutar como un corredor que llevaba dos piedras muerto tuvo a bien sentarse sobre el brazo de Víctor Hugo cuando trataba de coger el jugg y tenía la oportunidad de irse solito a marcar un punto. Después tuvimos que aguantar sus palmitas socarronas mientras seguían riéndose de nosotros, exactamente igual que hicieron los GAG. Llegados a este punto, todos conocéis a mi equipo y me conocéis a mi. Tendremos toda la dinamita del mundo, pero la mecha es jodidamente corta.

Cuando te encuentras con tipos que no se bajan ni pa dios, pues no tienes muchas opciones más que darles un poquito más fuerte, a ver si así lo notasen. Pues eso termina en grave para nosotros, porque como nos volvemos locos, pues hay que ponernos la grave. Sinceramente, a mi me han dado golpes más fuertes que ese, pero vale, no pasa nada. Seguimos. Llegamos a la jugada de marras, en la que hay una especie de jugada confusa en la que yo entiendo que lo que tenía detrás se había resuelto con dobles y marco el punto. Veo como el corredor que había confundido el brazo de Hugo con un banco del Retiro se pone a gritarme como un loco y pienso "tú a mi de qué me vas a gritar, a ver" y cojo el jugg y me vuelvo a mi base mientras se me trataban de echar encima todos. Al ver eso, algunos de mis jugadores saltaron a defenderme mientras yo luchaba contra mis ganas de darme la vuelta. He de decir que en ningún momento fui consciente de que se me estaban echando encima y de que iban a por mi, no se si a pegarme o a qué, pero...mejor no pensar en qué habría pasado si me hubiera dado cuenta. Por lo que pude ver después en el vídeo, tampoco fue la gran cosa, más allá de los gritos y algún empujón. En cualquier caso, yo me llevé la antideportiva porque me senté en el brazo de un tío ahnoesperaesenoerayo y el partido terminó ahí. ¿El balance? Cuatro graves para nosotros. Un golpe desmesurado, dos por la tangana y mi antideportiva, que vale por dos. Nos volvió a pasar, otra vez. Llevaba tiempo sin pasar, pero al final debía hacerlo y las causas son más que evidentes. Son demasiadas frustraciones, demasiadas veces que sientes que estás jugando de puta madre y viene un tramposo y te baja del pedestal. Y luego tienes que poner buena cara y darle las gracias, porque si no eres tú el que está siendo antideportivo, porque no respetar las normas del juego no está tan mal como ser descortés y no querer ser tu amigo. Pues esto reventó ayer, así de fácil y así de sencillo.

¿Que quizá no debí llevarme el jugg? Es posible. ¿Que mi sentido de la justicia me llevó a tomármela por mi mano? Seguro. ¿Que si me arrepiento de ello? En absoluto. ¿Que si pretendo pedir disculpas por la actitud de mis compañeros? Al revés, me siento muy orgulloso tanto de los que no permitieron ni que me tocasen un pelo como de los que trataron de calmar las aguas y evitar que la cosa pasase a mayores. El torneo que hicimos no fue para terminar así, pero tengo muy claro que, si ese partido se hubiese disputado contra el que realmente merecía estar ahí, que era Almoradí, aunque lo hubiésemos perdido, no habríamos tenido ese espectáculo -por otro lado lamentable-. Digo que Almoradí lo merece mientras echo un vistazo a la cantidad de faltas de aquí los teutones durante todo el torneo. Y no voy a hablar de la patada a la botella, porque yo lo hago también, pero tengo la decencia de apuntar antes para no darle a nadie. Un primor, vaya. Unos angelitos. 

Ahora me diréis que ya hemos tenido broncas similares con Almoradí, lo cual es cierto. Pero también es cierto que llevamos mucho tiempo sin tener problemas de ese tipo porque las actitudes de ambos equipos cambiaron tras la última. Si no me creéis, a las pruebas me remito. Nos hemos enfrentado muchísimas veces, unas han ganado ellos, otras nosotros y otras hemos empatado, pero no ha vuelto a haber problemas de ese tipo. 

Tras eso, el torneo ya había terminado para nosotros. Sólo una victoria más contra Homelands que ya, realmente, poco importaba. Aún me quedaba por aguantar una afrenta más y es esa actitud de falsedad de "lo que pasa en el campo se queda en el campo" cuando aquí nuestros amigos germanos pretendieron venir a hablar del partido. Me vais a disculpar que ni yo ni mi equipo tiene ningún interés en solucionar nada de lo que pasó ahí y que, sinceramente, esperamos no volver a jugar contra esa gente nunca más. Bon viatge. Soy de la opinión que en el campo, bajo presión, es cuando se ve de verdad a las personas. Si os sirve de ejemplo, pongo mi caso particular, según el cual si usted me trata a mi de forma limpia y agradable, soy el mejor amigo que puedes tener. Si usted me trata de forma desagradable o me perjudica de algún modo, le va a faltar campo para correr. No se pincha al Grizzlie. 

Sobre el torneo en si, lo cierto es que hubo muchos retrasos en el horario y una estafa buena que nos hicieron con las pulseras (que por cierto, han llegado hoy). Los retrasos, la verdad, no estoy seguro de a qué fueron debidos, si a los retrasos con las actas, si al sistema de sets...pero bueno, son males menores. Enorme y muy poco reconocido, como siempre, el trabajo de todos los organizadores, a los que el Jugger no podrá devolver jamás tanto esfuerzo, dedicación, disgustos y paciencia. Sois grandes.

A modo de reflexión final, me voy muy contento con el juego mostrado y esperanzado con las nuevas incorporaciones del equipo. Creo que merecimos un puesto mejor, aunque no está mal tampoco el alcanzado. A pesar de ello, llevo un tiempo pensando que necesito un descanso de muchas cosas y debo plantearme qué cosas son, exactamente, de las que quiero descansar. Ahora que he recuperado el control de mi vida personal, que perdí a finales del año pasado, supongo que es momento de hacer purga, tanto de personas como de cosas. De personas diría que ya está hecha, ahora me queda reflexionar sobre las cosas que quiero purgar. Ya veremos.




1 comentario:

  1. En el fondo lo hacemos porque nos va la marcha y porque tenemos la certeza de que si no lo hacemos nosotros, por desgracia no lo va a hacer nadie.

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